El pasado sábado 24 de mayo, Hermanos Koumori celebró la primera edición de KOUMORI 10000, una carrera de 10 kilómetros por sendero que se convirtió en un homenaje al movimiento consciente. Más que una competencia, el evento propuso una nueva forma de correr: una ceremonia de presencia donde el cuerpo, el paisaje y la respiración se reconectaron de manera profunda y significativa.

Movimiento, paisaje y arquitectura bioclimática
La carrera se llevó a cabo en la Reserva Santa Fe, un santuario natural a las afueras de la Ciudad de México. A lo largo de un bosque de oyameles, los corredores vivieron una experiencia única, con salida y meta en el Pabellón Madroño, una estructura de arquitectura bioclimática construida con materiales locales, energía solar y sistemas de recolección de agua de lluvia.
La ruta, cuidadosamente diseñada, llevó a los participantes a través de senderos rodeados de niebla, luz filtrada y texturas naturales, donde cada paso fue una invitación a sentir el momento presente más que a medir el rendimiento.

Una experiencia multisensorial curada por Hermanos Koumori

Lejos de replicar el formato tradicional de las carreras urbanas, KOUMORI 10000 integró deporte, diseño, tecnología y bienestar en un entorno íntimo y altamente curado. Cada punto de hidratación, estación de recuperación y momento de pausa fue concebido como parte de una narrativa sensorial más amplia, que incluyó audio inmersivo, experiencias pop-up y una comunidad de corredores seleccionados con afinidad por la conciencia corporal.La propuesta de Hermanos Koumori dejó claro que correr también puede ser un acto de contemplación, conexión y emoción.
KOUMORI 10000 no fue una carrera más. Fue una nueva manera de habitar el tiempo y el cuerpo.
