Montserrat Piña (CDMX, 1992) (1992, CDMX) es una diseñadora industrial egresada de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y para ella, el cúmulo de experiencias aprendidas en su etapa universitaria va más allá de la creación de objetos: le ha permitido descubrir su estilo y su forma de trabajo.
Cuando era estudiante dedicaba su tiempo libre a visitar muestras, exhibiciones y festivales relacionados con arte y diseño. Fue ahí que observó que la mayoría de los diseñadores y artistas utilizaban una paleta de colores muy similar, limitándolos. A partir de esta premisa, inició la búsqueda de su estilo a través del uso de colores en materiales poco convencionales y alejados de la pintura tradicional.
“Cuando comencé mi carrera como diseñadora quería desafiarme a mí misma con un proyecto ambicioso. Mi ‘debut’ fue una exhibición individual de mobiliario en Aguascalientes llamada Object of Love (Objeto de amor), donde desarrollé siete piezas diferentes inspiradas en recuerdos de mi vida en esa ciudad”, comenta Montserrat.
Los proyectos de Montserrat Piña
A partir de ese momento, empezó a desarrollar proyectos experimentales que realiza en periodos de tiempo constantes. Un ejemplo de ello es Chroma, un biombo multicolor de acrílico que la posicionó en la escena local del diseño. Otro ejemplo es Floraflora, conformada por una serie de floreros fabricados con bioplástico que exploran el manejo de diversos materiales.
“Ambos proyectos me abrieron muchas puertas y tuve la oportunidad de exhibirlos en diversas ferias de diseño nacionales”, agrega.
Su pragmatismo se refleja en su proceso de diseño. Primero crea la atmósfera deseada para el proyecto. Luego conceptualiza, investiga, experimenta y ejecuta las diferentes series en las que trabaja. Los materiales que elige al momento de su ejecución reflejan un contraste armónico entre texturas rugosas y naturales, así como entre texturas lisas y artificiales o industrializadas. Este lenguaje armónico es algo que Montserrat comprende y comparte muy bien.
La evolución de texturas, materiales y formas
La luz y el contraste también destacan en sus piezas. Sus obras son concebidas como multifacéticas y no estáticas, lo que permite el juego y la improvisación, dando pie a resultados cautivadores. Aprovechando la escasez de colores vibrantes y llamativos, Montserrat se arriesga y observa el impacto que tiene el uso del color en su obra, llevándola a nuevos lugares donde logra una evolución de texturas, materiales, luz y formas.
Para la diseñadora, es indispensable compartir y valorar el diseño en todo el país. Destaca la descentralización de la producción del diseño nacional y la importancia de crear nuevos canales de difusión para fomentar el consumo de nuevas ideas, productos y medios de comunicación, incluso más allá de las exhibiciones, oportunidades laborales y networking.
“El hecho de no tener miedo al fracaso y trabajar en la mayor cantidad de proyectos posibles es la única forma de encontrar nuestro verdadero camino”, explica.
