Alberto Monteón tiene 26 años, es tapatío, estudió diseño industrial y del 8 al 12 de febrero expone dos piezas como talento emergente en Zona Maco (CDMX), una de las ferias de arte y diseño más importantes en América Latina. Por si fuera poco, en dos ocasiones ha sido galardonado en el Concurso Nacional de Diseño de Muebles (Dimueble). Está grueso.
La presencia Tapatía en Zona Maco 2023
A Zona Maco llega con Doce Stool, un banco armable, y con Topada, una pieza de cerámica decorativa, demostrando que en Jalisco hay mucho talento. La primera es un banco armable en cedro tintado que forma parte de una colección del 2021. Originalmente se trataba de una serie de piezas de uso personal cuyo cliente final era él mismo. “Viendo que le fue bien a la pieza (un escritorio) y que la geometría y la estética tenían potencial, quise ampliar la colección con unos banquitos”, explica Alberto Monteón. El banco se inspira en la numerología maya, basada en puntos y rayas. Y a partir de ahí creó un sistema desmontable de piezas flexibles que se adaptan a las necesidades del usuario.
Topada: Encuentro cultural en cerámica
Topada –significa “golpe” o “choque”– también se inspira en la cultura mexicana pero más cercana a nuestros tiempos. Pues alude al choque cultural entre la artesanía tradicional y la cultura actual, específicamente en Tonalá, un municipio de Jalisco reconocido por su trabajo de alfarería.
“Todo nació cuando acompañé a mi madre a Tonalá a comprar unos jarrones, ahí empecé a darme cuenta y a preguntarme ‘¿qué onda con estas piezas hechas por artesanos con forma de minion?. O ¿Qué onda con esa maceta de Darth Vader?’ Observé, cuestioné y comencé a investigar”, agrega Alberto.
El proceso creativo y colaborativo de Alberto Monteón
El primer paso fue indagar sobre el efecto de la globalización en la alfarería típica de Tonalá y cómo sus diseños están inspirados por la cultura de otros países e incluso, por iconos de la cultura pop.
“La investigación se basa en esto, en este mestizaje de un montón de lados, en donde la artesanía de Tonalá ya no es propia del lugar… desde la Conquista ya no lo es y con la globalización, lo es menos. Ya no solo existe el típico jarrito de Tonalá sino un montón de cosas más”, explica.
Topada es el resultado: una pieza de cerámica decorativa realizada en conjunto con artesanos originarios de dicha población. “Un florero inspirado en todas esas geometrías súper modernas y actuales, combinadas con lo típico de Tonalá”.
En el proceso de creación, Alberto Monteón trabajó estrechamente con Miguel, el artesano a cargo del taller donde se elaboraron las piezas, y de esta colaboración rescata que “al final tú eres un aprendiz; vas a aprender y te adaptas a ellos, no ellos a ti”.
Explorando con plástico reciclado
Alberto también es una persona que experimenta y aprende sobre el terreno. Le gusta más poner las manos en la masa que lo que puede leer en un libro. “Por experimentar no te pagan; sin embargo, es lo que más te nutre”, añade.
Ejemplo del proceso de experimentación es su línea de mobiliario creada a base de plástico reciclado, en la cual trabajó durante tres años de la mano de “Mai”, su compañero. “Nadie nos dijo sobre las temperaturas, las ingenierías inversas, los tiempos de enfriamiento…, todo eso no viene en un libro”. Las piezas están hechas a base de plástico HDPE (polietileno de alta densidad), el cual se obtiene de botellas recicladas de detergentes, shampoo o cremas.
“Cuando empezamos hace algunos años era una técnica poco conocida. Me da gusto que poco a poco la gente la conozca y se use más”.
Si te das una vuelta por Zona Maco, busca sus proyectos y conoce el trabajo de más jóvenes diseñadores emergentes como él.
