Israel Plancarte es un artista que invita a observar con más atención nuestras ciudades. A conectar con los detalles que encuentras en ellas y a apreciarlos como si estuvieras en una galería. Así que si un día caminando por las calles de la capital hidrocálida te encuentras con una obra de arte colgada en la calle, no dudes que sea suya (y puedes llevártela).
El camino artístico de Israel Plancarte
El artista hidrocálido estudió diseño industrial en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Su creatividad como artista visual lo lleva a experimentar con la pintura, la ilustración, el dibujo, la fotografía y la escultura tanto en lo personal como en lo colectivo.
“Mi profesión me han hecho desenvolverme en esferas sociales muy diversas y me he dado cuenta de que el arte o las expresiones visuales se han vuelto exclusivas para la contemplación de personas con cierto status económico; el arte debería estar en las calles y convivir con ellas”, comenta Plancarte.
Sus primeros acercamientos al arte
Israel pinta desde niño y esta ha sido su vehículo para materializar sus más lúcidos, oscuros y cautivantes sueños y pensamientos. Así mismo transforma su esencia y su arte continuamente y esto se refleja en las emociones con las que conecta a través de sus obras. “Me gustaría que mi obra vaya creciendo y de la misma forma vaya desaprendiendo como lo hago yo personalmente”, agrega.
También considera que mantener una mente de niño, vivir con curiosidad todos los días y experimentar con la sorpresa deberían ser hábitos en la vida cotidiana. Muestra de ello son los proyectos, obras y discursos con los que ha explorado a lo largo de su trayectoria. Haciendo converger pasión y profesión en el mismo camino. Por ello, el trabajo artesanal/industrial de su profesión no es muy diferente de su obra como artista visual. Pues ha desarrollado un lenguaje entre ambas que se nutre de su conocimiento y práctica.
De la galería a la calle: El arte transformador en ciudad etérea
A partir del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), Israel Plancarte decidió que las obras resultantes de su exposición Ciudad Etérea, montada en 2017, se mudarían a las calles. Pues quería experimentar el desapego hacia su obra y las colgó en locaciones no tan populares de la ciudad. La difusión mediante amigos del artista se popularizó y comenzó a llamar la atención de muchas personas en el medio. Con este ejercicio quiso profundizar sobre la importancia de “dar y recibir”. Conceptos que van implícitos en la obra expuesta en las calles y que conectan progresivamente con las personas.
Al conectar con el espacio público, ser contempladas por personas que normalmente no visitan exposiciones y compartirlas, con la posibilidad de que alguien se la lleve, consolida el acto de desapego del artista hacia su obra.